“Aquellos que tienen el privilegio de saber tienen la obligación de actuar”. Albert Einstein.
Cuando alguien desaparece, se cree que no deja huellas. Esto podría ser cierto especialmente para instancias sin voluntad: secuestros, accidentes, o crímenes. A pesar de eso, nadie puede desaparecer por completo. Cada persona comparte su memoria con personas que las aman.
El Miércoles, 11 Octubre 2022, varias personas que no saben dónde están sus seres queridos llegaron a La Metro y asistieron a un taller comunitario para contar sus historias. Ellos son de la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec). Es una organización sin fines de lucro que nació en 2012 de la necesidad de unir los esfuerzos de los familiares, allegados y amigos para encontrar a los desaparecidos.
Jorge Vega Reyes, docente de La Metro, está a cargo del evento y el proyecto el cual consiste en realizar un cortometraje de animación inspirado en las historias de vida de los familiares de personas desaparecidas en Ecuador.
“Contamos con 3 participantes con distintos casos, distintos contextos, distintos tiempos pero es una misma historia, es un mismo dolor, es una misma voz, y es una misma esperanza que no se apaga como ellos decían. Nuestra esperanza no se apaga porque el amor que sentimos por nuestros familiares es mucho más grande.”
Valeria Campo, Fernando Montenegro, y Maria Eugenia compartieron sus testimonios con respecto a sus hijos desaparecidos.
Sidia Rueda, presidenta de la ASFADEC habló sobre los problemas y corrupción que afectan a Ecuador en un sentido sistemático y social.
María Eugenia busca a su hijo desde hace 30 años.
“Alguien decía que vaya a la policía. Que ellos me iban a ayudar, pero yo no me fui. Me trajeron un papel y ahí quedó. Con amistades y familiares sacamos fotos de mi hijo y pegamos en todo lado, llenamos la terminal, los buses, todo el sector con la foto de mi hijo.»
María Eugenia ha vivido en la incertidumbre del paradero de su hijo más de 3 décadas. Él tenía 5 años cuando fue arrebatado de su madre. Hoy por hoy , la idea que el niño creció y tiene una vida plena es lo que le da fuerzas a María Eugenia para seguir con la esperanza de poder verlo ya como una persona adulta. Al contar su historia ella recuerda con rabia cómo la policía nacional del país, en ese entonces, le había pedido dinero para empezar la investigación, con lágrimas en los ojos recuerda la frase que dos agentes le dijeron cuando pidió ayuda: “Señora para empezar a buscar a su hijo nosotros necesitamos dinero para poder comprar comida para el equipo y también para el transporte”. María Eugenia menciona con tristeza que ella por más que quería pagar el monto que los agentes le solicitaron ella no podía realizar ese pago debido a que era una empleada doméstica y sus finanzas no se lo permitían. Al terminar su relato la madre de familia de aproximadamente 70 años dice sentir frustración, enojo pero sobre todo tristeza. Ella menciona que esta temporada retomará sesiones con el psicólogo de la ASFADEC.
“El caso de María Eugenia es algo injusto, pero hasta hace poco lo hacían, los policías, y quien sabe si lo siguen haciendo” menciona Sidia Rueda presidenta de la asociación.
Desaparecida por un ideal
Los otros testimonios fueron por parte de Valeria Campos y Fernando Montenegro son los padres de Michelle Montenegro afirman que ella sufrió una desaparición forzada
Su hija quien desapareció a los 36 años en 2018. Cuatro años después, su familia sigue construyendo su historia como catalizadora del cambio.
Michelle nunca llegó a casa el martes 5 de junio de 2018. Ella y Valeria habían ido a la casa de la hija mayor de Valeria en el sector Armenia II, al sureste de Quito. A las 00:45, Valeria le había preguntado a Michelle si llamaba para preguntar si quería ir a una tienda cercana, pero ella no respondió. Ella no estaba a la vista.
Valeria y Fernando buscaron por todos lados en el barrio. A las 16:00 del martes 5 de junio, la familia llamó al ECU 911 para pedir ayuda. Les dijeron que llegaron agentes de la Policía Comunitaria para apoyar; nunca lo hicieron.
El caso de Michelle ha llegado a la mesa de muchos fiscales. De cada uno, la investigación continúa pero sin avances reales. Valeria recuerda cada momento de esperanza siendo arrastrado lentamente por poderes y procesos fuera de su control. Tras la desaparición de Michelle, la fiscalía tardó siete días en asignarle un fiscal a Valeria y su familia. Fueron días perdidos: cruciales para las personas desaparecidas.
De acuerdo al Ministerio de Gobierno, en junio de 2022, 3.640 casos de las personas desaparecidas fueron recibidos. Sólo 366 casos están en investigación. Esto es menos del 10%, es decir que aproximadamente 3.304 casos permanecen desconocidos.
Las personas que fundaron ASFADEC saben que estas cifras no son del todo confiables y tuvieron que evidenciar con investigaciones propias inconsistencias en las estadísticas sobre personas desaparecidas emitidas por la Fiscalía y el Ministerio de Gobierno. En 2020, La Ley Orgánica de Actuación en Casos de Personas Desaparecidas y Extraviadas fue publicada en Registró Oficial declarando que:
“Establecer la coordinación estatal para la búsqueda y localización con enfoque humanitario de personas desaparecidas o extraviadas… para garantizar una adecuada atención y una respuesta efectiva.”
Fue un hito significativo para la ASFADEC. La rendición de cuentas y la cooperación entre las partes pueden ayudar a comprender mejor cómo, dónde y por qué desaparecen las personas.
Pero una ley no es una ley hasta que se practica. Dos años más tarde, el gobierno sigue fallando a su pueblo así lo declara Fernando Montenegro miembro de la asociación.
“En ese sentido, como familiares de personas desaparecidas señalamos cómo el Ministerio de Gobierno puede reportar en 74 años, 1.979 personas desaparecidas. Mientras que la Fiscalía solo en tres años reporta 958 casos más que el Ministerio, es decir, 2.937 desapariciones.” también menciona Silvia Rueda.
“Si las cifras entre entidades estatales son contradictorias y no se toma en cuenta el trabajo por parte de asociaciones externas y además no se logra tomar acciones conjuntas no se podrá prevenir las desapariciones en Ecuador” afirma también la presidenta de la ASFADEC
La gente dice, “No mostrar, no decir.” Una lucha que ha durado más de 10 años por parte de la ASFADEC, e incluso para alguien que tiene una búsqueda de toda la vida, donde lo único que no pueden ver es a sus seres queridos. Pero lo que pueden ver y lo que quieren ver es un cambio.
El gobierno no puede seguir el ritmo de las demandas de su gente; está en nuestras manos sensibilizar a las personas desaparecidas y brindar ayuda mutua.
Entonces, ¿por qué La Metro? Lo has visto antes: el diseño puede comunicar, puede mostrar todo, “TODO ES DISEÑO” incluso puede transmitir el más fuerte de los dolores. También es una herramienta para difundir información de manera precisa y eficiente. Pósters de personas desaparecidas, sitios web, folletos y campañas en las redes sociales se hacen con intención.
Para Michelle, su desaparición fue difundida a través de carteles elaborados en redes sociales y organizaciones como Luna Roja y el Comité de Lucha contra la violencia, desapariciones y feminicidios (Covidefem) multiplicaron su rostro en las calles.
Con el activismo de su familia, su historia corrió como la pólvora.
Ahora la animación jugará una parte crucial para narrar historias de los desaparecidos. El aporte del instituto es un cortometraje. Uno que despierte emociones, uno que brinde un sentido de responsabilidad social entre las personas e incluso inculcar este valor de la solidaridad y no solo con la sociedad en común, este producto plantea concientizar incluso a las personas dentro de instituciones públicas. El objetivo es llegar a todos.
Los nombres de los desaparecidos ahora se han convertido en un símbolo y el diseño un estandarte clave para el movimiento.
“Ahora pues entiendo todo lo que ella no que ya era. Ya cuando me pasó esto se fue entendí y ahora estoy luchando junto a ella como ella quisiera que nos,” dice Valeria.
No todo el mundo sabe lo que es que alguien desaparezca de su vida pero eso no significa que no podamos ayudar. La simpatía es poderosa. Y para los estudiantes que están aprendiendo a usar su diseño, conocer narraciones reales les ayudará a ser mejores narradores.
Mientras que los buenos estudiantes aspiran a buenas notas, los mejores estudiantes aspiran a la comprensión.
“A ustedes jóvenes. Ustedes son las personas que nos pueden ayudar a que esto salga a la luz,” dice Fernando. La camiseta de Fernando decía 4 Años De Lucha Por Justicia Y Verdad.
El propósito de los talleres no es sólo compartir testimonios de los familiares. La Metro y ASFADEC planean crear un cortometraje nacido desde las voces de los familiares de personas desaparecidas.
“Para mi es muy importante que mis estudiantes se nutran y sean partícipes de esta historia y qué mejor que escuchar a los protagonistas a los familiares, a las madres, a los padres que los tienen frente a frente escuchando su testimonio así ellos van a generar una empatía y así el cortometraje va a tener como resultado algo sensible para que impacte a la sociedad,” dice Jorge.
Entrevista: Doménica Salvador
Texto: Micah Lim y Doménica Salvador
“Aquellos que tienen el privilegio de saber tienen la obligación de actuar”. Albert Einstein.
Cuando alguien desaparece, se cree que no deja huellas. Esto podría ser cierto especialmente para instancias sin voluntad: secuestros, accidentes, o crímenes. A pesar de eso, nadie puede desaparecer por completo. Cada persona comparte su memoria con personas que las aman.
El Miércoles, 11 Octubre 2022, varias personas que no saben dónde están sus seres queridos llegaron a La Metro y asistieron a un taller comunitario para contar sus historias. Ellos son de la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec). Es una organización sin fines de lucro que nació en 2012 de la necesidad de unir los esfuerzos de los familiares, allegados y amigos para encontrar a los desaparecidos.
Jorge Vega Reyes, docente de La Metro, está a cargo del evento y el proyecto el cual consiste en realizar un cortometraje de animación inspirado en las historias de vida de los familiares de personas desaparecidas en Ecuador.
“Contamos con 3 participantes con distintos casos, distintos contextos, distintos tiempos pero es una misma historia, es un mismo dolor, es una misma voz, y es una misma esperanza que no se apaga como ellos decían. Nuestra esperanza no se apaga porque el amor que sentimos por nuestros familiares es mucho más grande.”
Valeria Campo, Fernando Montenegro, y Maria Eugenia compartieron sus testimonios con respecto a sus hijos desaparecidos.
Sidia Rueda, presidenta de la ASFADEC habló sobre los problemas y corrupción que afectan a Ecuador en un sentido sistemático y social.
María Eugenia busca a su hijo desde hace 30 años.
“Alguien decía que vaya a la policía. Que ellos me iban a ayudar, pero yo no me fui. Me trajeron un papel y ahí quedó. Con amistades y familiares sacamos fotos de mi hijo y pegamos en todo lado, llenamos la terminal, los buses, todo el sector con la foto de mi hijo.»
María Eugenia ha vivido en la incertidumbre del paradero de su hijo más de 3 décadas. Él tenía 5 años cuando fue arrebatado de su madre. Hoy por hoy , la idea que el niño creció y tiene una vida plena es lo que le da fuerzas a María Eugenia para seguir con la esperanza de poder verlo ya como una persona adulta. Al contar su historia ella recuerda con rabia cómo la policía nacional del país, en ese entonces, le había pedido dinero para empezar la investigación, con lágrimas en los ojos recuerda la frase que dos agentes le dijeron cuando pidió ayuda: “Señora para empezar a buscar a su hijo nosotros necesitamos dinero para poder comprar comida para el equipo y también para el transporte”. María Eugenia menciona con tristeza que ella por más que quería pagar el monto que los agentes le solicitaron ella no podía realizar ese pago debido a que era una empleada doméstica y sus finanzas no se lo permitían. Al terminar su relato la madre de familia de aproximadamente 70 años dice sentir frustración, enojo pero sobre todo tristeza. Ella menciona que esta temporada retomará sesiones con el psicólogo de la ASFADEC.
“El caso de María Eugenia es algo injusto, pero hasta hace poco lo hacían, los policías, y quien sabe si lo siguen haciendo” menciona Sidia Rueda presidenta de la asociación.
Desaparecida por un ideal
Los otros testimonios fueron por parte de Valeria Campos y Fernando Montenegro son los padres de Michelle Montenegro afirman que ella sufrió una desaparición forzada.
Su hija quien desapareció a los 36 años en 2018. Cuatro años después, su familia sigue construyendo su historia como catalizadora del cambio.
Michelle nunca llegó a casa el martes 5 de junio de 2018. Ella y Valeria habían ido a la casa de la hija mayor de Valeria en el sector Armenia II, al sureste de Quito. A las 00:45, Valeria le había preguntado a Michelle si llamaba para preguntar si quería ir a una tienda cercana, pero ella no respondió. Ella no estaba a la vista.
Valeria y Fernando buscaron por todos lados en el barrio. A las 16:00 del martes 5 de junio, la familia llamó al ECU 911 para pedir ayuda. Les dijeron que llegaron agentes de la Policía Comunitaria para apoyar; nunca lo hicieron.
El caso de Michelle ha llegado a la mesa de muchos fiscales. De cada uno, la investigación continúa pero sin avances reales. Valeria recuerda cada momento de esperanza siendo arrastrado lentamente por poderes y procesos fuera de su control. Tras la desaparición de Michelle, la fiscalía tardó siete días en asignarle un fiscal a Valeria y su familia. Fueron días perdidos: cruciales para las personas desaparecidas.
De acuerdo al Ministerio de Gobierno, en junio de 2022, 3.640 casos de las personas desaparecidas fueron recibidos. Sólo 366 casos están en investigación. Esto es menos del 10%, es decir que aproximadamente 3.304 casos permanecen desconocidos.
Las personas que fundaron ASFADEC saben que estas cifras no son del todo confiables y tuvieron que evidenciar con investigaciones propias inconsistencias en las estadísticas sobre personas desaparecidas emitidas por la Fiscalía y el Ministerio de Gobierno. En 2020, La Ley Orgánica de Actuación en Casos de Personas Desaparecidas y Extraviadas fue publicada en Registró Oficial declarando que:
“Establecer la coordinación estatal para la búsqueda y localización con enfoque humanitario de personas desaparecidas o extraviadas… para garantizar una adecuada atención y una respuesta efectiva.”
Fue un hito significativo para la ASFADEC. La rendición de cuentas y la cooperación entre las partes pueden ayudar a comprender mejor cómo, dónde y por qué desaparecen las personas.
Pero una ley no es una ley hasta que se practica. Dos años más tarde, el gobierno sigue fallando a su pueblo así lo declara Fernando Montenegro miembro de la asociación.
“En ese sentido, como familiares de personas desaparecidas señalamos cómo el Ministerio de Gobierno puede reportar en 74 años, 1.979 personas desaparecidas. Mientras que la Fiscalía solo en tres años reporta 958 casos más que el Ministerio, es decir, 2.937 desapariciones.” también menciona Silvia Rueda.
“Si las cifras entre entidades estatales son contradictorias y no se toma en cuenta el trabajo por parte de asociaciones externas y además no se logra tomar acciones conjuntas no se podrá prevenir las desapariciones en Ecuador” afirma también la presidenta de la ASFADEC
La gente dice, “No mostrar, no decir.” Una lucha que ha durado más de 10 años por parte de la ASFADEC, e incluso para alguien que tiene una búsqueda de toda la vida, donde lo único que no pueden ver es a sus seres queridos. Pero lo que pueden ver y lo que quieren ver es un cambio.
El gobierno no puede seguir el ritmo de las demandas de su gente; está en nuestras manos sensibilizar a las personas desaparecidas y brindar ayuda mutua.
Entonces, ¿por qué La Metro? Lo has visto antes: el diseño puede comunicar, puede mostrar todo, “TODO ES DISEÑO” incluso puede transmitir el más fuerte de los dolores. También es una herramienta para difundir información de manera precisa y eficiente. Pósters de personas desaparecidas, sitios web, folletos y campañas en las redes sociales se hacen con intención.
Para Michelle, su desaparición fue difundida a través de carteles elaborados en redes sociales y organizaciones como Luna Roja y el Comité de Lucha contra la violencia, desapariciones y feminicidios (Covidefem) multiplicaron su rostro en las calles.
Con el activismo de su familia, su historia corrió como la pólvora.
Ahora la animación jugará una parte crucial para narrar historias de los desaparecidos. El aporte del instituto es un cortometraje. Uno que despierte emociones, uno que brinde un sentido de responsabilidad social entre las personas e incluso inculcar este valor de la solidaridad y no solo con la sociedad en común, este producto plantea concientizar incluso a las personas dentro de instituciones públicas. El objetivo es llegar a todos.
Los nombres de los desaparecidos ahora se han convertido en un símbolo y el diseño un estandarte clave para el movimiento.
“Ahora pues entiendo todo lo que ella no que ya era. Ya cuando me pasó esto se fue entendí y ahora estoy luchando junto a ella como ella quisiera que nos,” dice Valeria.
No todo el mundo sabe lo que es que alguien desaparezca de su vida pero eso no significa que no podamos ayudar. La simpatía es poderosa. Y para los estudiantes que están aprendiendo a usar su diseño, conocer narraciones reales les ayudará a ser mejores narradores.
Mientras que los buenos estudiantes aspiran a buenas notas, los mejores estudiantes aspiran a la comprensión.
“A ustedes jóvenes. Ustedes son las personas que nos pueden ayudar a que esto salga a la luz,” dice Fernando. La camiseta de Fernando decía 4 Años De Lucha Por Justicia Y Verdad.
El propósito de los talleres no es sólo compartir testimonios de los familiares. La Metro y ASFADEC planean crear un cortometraje nacido desde las voces de los familiares de personas desaparecidas.
“Para mi es muy importante que mis estudiantes se nutran y sean partícipes de esta historia y qué mejor que escuchar a los protagonistas a los familiares, a las madres, a los padres que los tienen frente a frente escuchando su testimonio así ellos van a generar una empatía y así el cortometraje va a tener como resultado algo sensible para que impacte a la sociedad,” dice Jorge.
Entrevista: Doménica Salvador
Texto: Micah Lim y Doménica Salvador