Diseño inclusivo: miradas críticas ante una necesidad de repensar la inclusión desde la academia.
“Cuando todos están incluidos, todos ganan”.
Jesse Jackson
Autor: Jorge Vega Reyes
Según el Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades. En Ecuador existe un total de 471.205 personas con discapacidad, siendo 215.156 discapacidad física. Y esa información tan importante nos genera una pregunta ¿Cuán importante es crear espacios inclusivos desde la arquitectura y el diseño de interiores para generar un mayor bienestar entre la accesibilidad de personas con discapacidad?
Cuando se habla de inclusión es pensar en el otro, reconocer las diferencias entre los individuos, y cuando hablamos tanto de la arquitectura inclusiva y el diseño de interiores inclusivo busca mejorar la calidad de vida de estas personas, abriendo un dialogo necesario entre arquitectos y diseñadores para buscar asumir responsabilidades que no solo son exclusivas del ámbito social, sino que viene dada desde la misma ética del profesional. “El diseño inclusivo propone desarrollar soluciones que aborden a la gama más amplia de usuarios posibles” (Corvino, 2019, p.17). El autor continúa y se refiere a que este tipo de diseño concientiza sobre la inaccesibilidad a productos, servicios y entornos, es el resultado de varias problemáticas sociales que generan este tipo de inequidades y que afectan la independencia y la calidad de vida de poblaciones que han sido segregadas históricamente.
En una entrevista que realizamos a Gabriela Sosa, comunicadora organizacional, cofundadora del Proyecto Vida Quinti, proyecto que nace para hablar de la realidad desde las personas con discapacidad con el objetivo de normalizar la diferencia. Ella al ser una persona con discapacidad física, nos comentó la importancia de pensar en espacios inclusivos. “Los espacios deben ser adaptados a las necesidades, crear espacios que funcionen para todo ser humano y puedan acceder sin ayuda y con total independencia. Por ejemplo, las rampas en Ecuador son muy inclinadas, no tienen mucho sentido. No existen estudios previos”, mencionó.
En una entrevista que realizamos a Gabriela Sosa, comunicadora organizacional, cofundadora del Proyecto Vida Quinti, proyecto que nace para hablar de la realidad desde las personas con discapacidad con el objetivo de normalizar la diferencia. Ella al ser una persona con discapacidad física, nos comentó la importancia de pensar en espacios inclusivos. “Los espacios deben ser adaptados a las necesidades, crear espacios que funcionen para todo ser humano y puedan acceder sin ayuda y con total independencia. Por ejemplo, las rampas en Ecuador son muy inclinadas, no tienen mucho sentido. No existen estudios previos”, mencionó.
La investigación sobre la teoría y la práctica de la Arquitectura y el Urbanismo, han servido para descubrir la importancia del espacio construido como otra de las dimensiones importantes en el estudio de la inclusividad. “Y así mismo, para entender la responsabilidad y capacidad de ambas disciplinas en la conexión de los campos de conocimiento necesarios para resolver este problema” (Saura, 2009, p.13).
Uno de los pilares fundamentales en el diseño de interiores inclusivos es la accesibilidad universal. Esto implica crear espacios que sean utilizables por todas las personas, independientemente de sus capacidades físicas. Por ejemplo, asegurarse de que haya rampas y ascensores para personas con movilidad reducida, espacios de circulación amplios para sillas de ruedas, y elementos de diseño que sean fáciles de alcanzar y utilizar para personas de diferentes alturas y alcances.
Así mismo los espacios inclusivos no solo deben ser accesibles, sino también propicios para la interacción social. Esto implica la creación de zonas de descanso y áreas comunes donde las personas puedan reunirse, conversar y compartir experiencias. El diseño debe fomentar la conexión entre las personas y evitar barreras físicas o psicológicas que puedan dificultar la interacción.
Nelson Batallas, estudiante del 5to semestre de la carrera de Diseño de Interiores del Instituto Metropolitano de Diseño La Metro, realizó un proyecto titulado Solo Vida. “Nace con la necesidad de contar con espacios de convivencia inclusiva, para ayudar a personas que sufren algún tipo de discapacidad, en este caso quise realizar la propuesta de un baño el cual tenga piso antideslizante para poder dar estabilidad a la persona y evitar accidentes, me inspiré en la vegetación y en la naturaleza, para que las personas tengan un ambiente más armonioso para generar tranquilidad”, agregó.
Nelson tuvo el primer acercamiento hacia el diseño de interiores desde una mirada inclusiva hacia las personas con discapacidad gracias a la visita a la Institución de Diana Armijos, mujer con una prótesis en su pierna derecha, ella es fundadora de la Fundación Cienpiés, organización que trabaja con personas con amputaciones visibles, ella pudo compartir con los estudiantes sobre la necesidad de pensar en espacios para personas con prótesis.
Gaby Sosa mencionó también sobre la importancia de hablar de la inclusión en espacios educativos, sobre todo con los futuros diseñadores de interiores. “La creación de ciudades accesibles están en sus manos, deben estar prestos a escuchar a las personas que lo necesitan, muchas veces adivinan o suponen lo que necesitamos las personas con discapacidad, pero no se acercan a los usuarios para preguntar. Nada de nosotros, sin nosotros”, finalizó.
A manera de conclusión podemos mencionar que el diseño de interiores inclusivo no solo es una mirada profesional en crecimiento, sino una necesidad social y ética. La creación de espacios que sean accesibles y acogedores para todas las personas mejora la calidad de vida, promueve la interacción y refleja los valores de equidad y diversidad. Al tener en cuenta las necesidades y experiencias de diferentes grupos de personas, los diseñadores de interiores tienen la oportunidad de marcar una diferencia positiva en la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos en nuestros entornos construidos.
Es importante encontrar el sentido social de la carrera, donde a través de la formación académica se puede generar cambios en los distintos entornos, facilitando su participación en actividades sociales, culturales y recreativas. Esto a su vez puede tener un impacto positivo en su bienestar emocional y mental de los usuarios.
Es importante mencionar que todas las personas tienen derecho a ser tratadas con igualdad y dignidad. La construcción de espacios inclusivos para personas con discapacidad es una manera de respetar estos derechos fundamentales, permitiéndoles acceder a lugares públicos y privados sin enfrentar obstáculos o discriminación.